_{Foto de Miguel Lizana Barco.}

1. ¿Cuál es el objeto más antiguo que conservás?

No tengo muchas cosas antiguas porque cambié de país y perdí todo lo que tenía pero, con el tiempo, me traje una escribanía antigua que era de mi padre y que está en mi familia desde no sé bien cuándo. También me traje el escritorio sobre el que escribía Rafael Obligado, mi bisabuelo, y fue como mudar un elefante.

2. ¿Qué libro de otro autor produjo en vos el efecto que te gustaría producir en quienes te leen?

A mi me gustaría mucho ser otros escritores. Tener la prosa de Flaubert, la capacidad de Borges, la liviandad de Carson McCullers o la inteligencia de Alice Munro. Me temo que tendré que conformarme con ser yo misma  y preguntar a los lectores qué sienten cuando me leen. 

Me dedico a la literatura desde que leí un primer libro, supongo que a los siete años, de distintas maneras según la edad, no sabría separar los libros de mi identidad. Con todo lo bueno y lo malo que yo misma tengo. 

4. ¿Cuál es el libro que más regalaste y por qué?

Regalo muchos libros pero voy cambiando, según lo que esté leyendo. Intento elegir algo que pienso que va a gustar a la persona que lo va a recibir. En el fondo, me gustaría ser librera para recomendar según el gusto de cada uno, según la cara o las lecturas que ha hecho. Una vez al año, en el día del libro, hago un acuerdo con alguna librería de Madrid y vendo los libros que me gustan. Vendo mucho y muy bien, claro que sólo una vez al año.

5. ¿Como qué disco suena la música funcional de tu cabeza?

Desde el chamaré hasta Bach. Por suerte no es música funcional, puedo apagarla y encenderla a voluntad.

6. ¿Cuál fue el color más hermoso que viste en tu vida y dónde aparecía?

No sé si es el más hermoso, pero es el que añoro: el de los atardeceres de verano en la pampa.

7. ¿Con qué escritor o escritora que ya no pisa el mundo de los vivos quisieras tomar un taller literario?

Hace casi cuarenta años que imparto en Madrid talleres de escritura, me cuesta imaginarme del otro lado de la mesa. Si fuera una sesión de espiritismo, me gustaría conversar con François Villon, ¿dónde se fue cuando desapareció? ¿Siguió escribiendo? ¿Cómo se hace para imbricar de tal modo vida y literatura?

8. Un libro que hayas prestado y no te devolvieron.

El gran cuaderno, de Agota Kristof. Pero siempre pienso que cuando un libro no vuelve es porque encontró otra casa donde vive mejor.

9. ¿Cómo ordenás tu biblioteca? ¿Nos mandás una foto?  

Por temas, por épocas, por países. En la sección “cuento", también por orden alfabético. Tengo libros hasta en la cocina.