_{Por Valeria Tentoni.}

No, es cierto: los consejos que encontramos en los Cuadernos de notas del arquitecto, pintor, escultor e ingeniero italiano no estaban dirigidos a los escritores. De hecho, Leonardo da Vinci, el florentino interminable, arremete allí diciendo: "Soy plenamente consciente de que al no ser un hombre de letras, ciertas personas presuntuosas pueden pensar que tienen motivos para reprochar mi falta de conocimientos. Dirán que al no haber aprendido en libros no soy capaz de expresar lo que quiero tratar, pero no se dan cuenta que la exposición de mis temas exige experiencia más que palabras ajenas. Y la experiencia ha sido la maestra de todo buen escritor".

Para Leonardo da Vinci la pintura era superior a la poesía: de hecho, a la poesía la llamaba "pintura ciega". En sus cuadernos, escritos hace 500 años, pasaba de exponer su método para diseccionar un cuerpo humano y conservar el ojo de un muerto para estudiarlo -no, no quieren saber cómo-, a calcar planos de casas o de armamentos de guerra. También se encargaba de redactar chistes, profecías y fábulas, o de ofrecer indicaciones muy precisas para los jóvenes pintores acerca de cuestiones tales como la simetría o la naturaleza de los contrastes. Pincelada a pincelada, da Vinci explicaba, por caso, cómo pintar una batalla o cómo pintar la luz de un fuego en plena noche. Algunas páginas más allá se dedicaba a rastrear el movimiento de las hojas o el crecimiento de una higuera.

De toda su experiencia, condensada en este libro (y copiados de la edición de Volumen Extra publicada en España en 1995), separamos cinco consejos, o más bien reflexiones, útiles para pintores y curiosos en general. Bien podrían aprovechar cualquiera que se embarque en la tarea de escribir:

1. "Les aconsejo que si desean conocer la forma de las cosas empiecen por sus detalles y no pasen al segundo hasta que no hayan fijado el primero en la memoria y en la práctica. Si actúan de otra manera, perderán tiempo, o con toda seguridad su trabajo durará mucho más. Asimismo, recordemos que deben adquirir destreza en un momento más bien que rapidez. La destreza debe preceder a la rapidez en la realización".

2. "Si los historiadores, poetas o matemáticos no hubiesen visto los objetos con sus ojos, sus reportajes escritos sobre ellos serían necesariamente imperfectos. Y si los poetas narran un hecho con su pluma, el pintor puede narrarlos con su pincel de una forma más simple y plena y con un estilo menos intrincado para entenderlo".

3. "El que puede ir a la fuente no se contenta con ir a la jarra de agua".

4. "Tengo tantas palabras en mi lengua materna, que más bien que lamentar la falta de palabras con que expresar la concepción que tengo en mi mente, debería lamentar la falta de un recto conocimiento de las cosas..."

5. "Las habitaciones o salas pequeñas concentran la mente; las grandes, las distraen".

Si llegaron hasta acá, va un premio: la versión digitalizada del original de puño y letra de Leonardo del Codex Arundel (Biblioteca Británica).