No me olvides
Viernes 15 de agosto de 2025
Novelas, cartas, clases y reediciones de autores indispensables para volver a nuestros orígenes lectores.
La mesa de novedades de la librería se llenó de nuevos títulos y reediciones de escritores importantísimos para todo aquel que se considere un lector hambriento: Jorge Luis Borges, Sylvia Plath, Hebe Uhart, Sergio Bizzio, Daniel Guebel y Knut Hamsun son los grandes nombres que escogimos para la selección de hoy.
Traemos clases de literatura inglesa que Borges impartió en la Universidad de Mar del Plata, junto a cartas escritas en el momento más convulso de la vida de Sylvia Plath, mostrando la vulnerabilidad descarnada que solo se le puede dirigir a una madre. También una novela narrada a cuatro manos sobre el último viaje de un amigo que fallece, y otras tres que exploran la vida y los personajes recurrentes de una autora muy querida. Historias íntimas y personales de autores que encienden el deseo de leer.
Tomamos estas reapariciones de escritores y escritoras fundamentales como una oportunidad para preguntarles: ¿hace cuánto que no visitan esos libros que los enamoraron por primera vez? O mejor aún: ¿se tomaron el tiempo de conocerlos a fondo, de descubrir sus intimidades, sus secretos, sus saberes y sus vicios?
No se preocupen, nunca es tarde para volver: acá les dejamos abiertas cinco puertas de entrada.
Knut Hamsun
Nórdica Libros
Pan es una de las obras maestras de Knut Hamsun, Premio Nobel de Literatura. Un retrato lírico e inquietante del amor y los rincones oscuros de la psique humana.
El nobel noruego escribió Pan mientras vivía en París. Fuertemente influenciado por Dostoievski, su novela es ante todo una obra de gran belleza y sencillez. Knut Hamsun dijo en el proceso de escritura de esta obra: «Mi nuevo libro será hermoso; tiene lugar en Nordland, una tranquila historia de amor. No habrá polémicas en él, solo personas bajo diferentes cielos». Aunque ha provocado interpretaciones variadas, la novela sigue siendo un enigma. Thomas Glahn, un cazador solitario acompañado únicamente por su fiel perro, Esopo, deambula por las tierras salvajes más septentrionales de Noruega. Viviendo en una choza al borde de un vasto bosque, Glahn prosigue su existencia solitaria, cazando y pescando, hasta que la extraña joven Edvarda entra en su vida. «El esplendor global que el Premio Nobel dio a su nombre me llenó de auténtica satisfacción personal; en mi opinión, nunca antes alguien mereció tanto recibir este galardón». Thomas Mann
Mudanzas y otras novelas breves
Hebe Uhart
Adriana Hidalgo
Los tres textos que reúne este volumen –Algunos recuerdos (1983), Camilo asciende (1987) y Mudanzas (1996)– se encuentran unidos entre sí por una serie de personajes recurrentes pero sobre todo por un espacio (los pueblos de Moreno y Paso del Rey, en el oeste del gran Buenos Aires) que asume las características de un mundo propio. Con una mirada que fusiona la descripción amable pero sin eludir el desarrollo de caracteres complejos como el de la inolvidable tía María, Hebe Uhart va trazando en el mapa de su memoria una exploración de la propia historia, de la familia y de los vínculos más cercanos (sin omitir la presencia perseverante de plantas y animales) con toques vívidos que nunca agotan cierto misterio íntimo. Muestra del estilo ya maduro de la autora, estas tres novelas breves permiten acercarse a lo más característico de su escritura de ficción.
Cartas a mi madre
Sylvia Plath
Random House
Tan reveladoras como un diario, las cartas que Sylvia Plath dirigió a su madre cubren los años más importantes de su vida, desde el ingreso en la universidad, en 1950, hasta unos días antes de su suicidio, en 1963. Carta tras carta, en estas páginas se van perfilando las emociones y los sentimientos de una escritora que ya es un mito de la literatura contemporánea. Tras los primeros momentos de euforia juvenil, Sylvia fue madurando: la chica risueña pronto fue mujer, y en estos textos tan íntimos nos entrega el testimonio de sus años de convivencia con Ted Hughes, de su experiencia de la maternidad y de los momentos de angustia previos a su último y desesperado gesto. El cuerpo se esfuma, pero queda la palabra: Cartas a mi madre recoge los pasos vacilantes y hermosos de una mujer que desfiló por la vida y por el arte con pie de equilibrista, sabiendo a ciencia cierta que no había red capaz de protegerla.
Curso de literatura inglesa y norteamericana
Jorge Luis Borges
Editorial Sudamericana
Entre abril y septiembre de 1966, los lunes, de manera quincenal, Borges tomó en Constitución el tren a Mar del Plata para dar clases como profesor de la cátedra de Literatura inglesa y norteamericana de la Universidad Católica local, que luego sería provincial y, más adelante, nacional. Allí lo esperaban, expectantes, los estudiantes del curso, menos de una decena, que se organizaron para grabar y transcribir sus clases. A ese público "cautivo" que conformaría la primera camada de profesores locales en Letras, se sumaba otro de oyentes entusiastas. En este libro, basado en esas transcripciones, la personalísima perspectiva de Borges sobre la literatura cristaliza en su original e iluminadora visión de Chaucer, Langland, More, Shakespeare, Milton, Swift, Johnson, Gibbon, Macpherson, Wordsworth, Carlyle, Dickens, Browning, Stevenson, Shaw, Kipling, Chesterton, entre otros. En todos los casos resuena el registro vital de su voz en el aula, con su estilo, cadencia y humor. Al mismo tiempo, opera una constante: su modo de leer único, didáctico e innovador, que sitúa a autores, textos y contextos en clave de fragmentos del mosaico infinito de la cultura universal.
El día feliz de Charlie Feling
Sergio Bizzio y Daniel Guebel
El cuaderno azul
Tres amigos van a pasar un día a Ramallo, a la casa de los padres de uno de ellos. Los tres son escritores, sardónicos, jodones, hedonistas. Y uno de ellos está a punto de morirse de leucemia. Escrita colaborativamente, El día feliz de Charlie Feiling eleva el género de la anécdota ficcionalizada con su alquimia de cinismo inglés y derrape criollo. La trama sencilla, la estética bucólica y el registro costumbrista encierran una búsqueda tan íntima como universal: conjurar la ausencia del amigo perdido en un retrato filoso y agudo, digno de sacarle una última sonrisa.