_{Por Sandra Comino.}

Hay una franja o frontera donde tanto lo infantil como lo juvenil pareciera quedar lejos y que en los últimos años las colecciones editoriales llaman: “lectores avanzados”, “XL” o “más de 10”.

Aquí van cuatro novelas de distintos géneros -policial, aventuras, ciencia ficción y una historia de amor- para el deleite que, por supuesto, no excluyen a ningún lector pero que atrapa sobre todo a chicos y chicas de entre 10 y 13 años.

Los conjurados del Querandí

_{Jorge Grubissich}

El tatarabuelo Simón fue pescador en el Adriático. El bisabuelo Mariano logró tener su propio barco y después de enamorarse partió a Buenos Aires. El abuelo Cristóbal fue capitán de ultramar. El papá de Joaquín, capitán del Querandí. Todos los hombres de la familia usaron siempre el mismo timón aunque cambiaran de embarcación. Allá por el 1770 el abuelo del tatarabuelo Simón después de estar horas en el agua, en el Adriático, se salvó gracias a un timón que encontró en su descenso al fondo del mar y que no soltó ni siquiera cuando quedó desmayado en la orilla donde llegó después de guiarse por las estrellas. Ese timón pasó de mano en mano, de generación en generación.

Cuando el padre de Joaquín se enferma le pide buscar urgente “el alumbrado”, apodo que le había puesto el abuelo del tatarabuelo, aquel día del naufragio, al timón. Joaquín deja pasar dos días y cuando va en busca del tesoro familiar no está. Por eso decide embarcarse como un pasajero más. Allí conoce a Marina, la hija del capitán que reemplaza a su padre y a Julián, el cocinero, que sabe que aún el alumbrado está abordo pero él debe desembarcar. Joaquín encuentra las cabillas del timón y todo es un gran misterio. Un cambio de dirección del Querandí al salir de Montevideo desata un revuelo; todo recién comienza. El Querandí parece detenido. Los pasajeros están encerrados sin celulares, ni notebooks, ni tablets. Como Joaquín intenta liberarlos lo ponen en un bote de popa que bajan al agua en el medio de la noche. Los conjurados toman el barco y ponen a prueba el ingenio de Joaquín y Marina.

Ana despierta

_{Fabiana Fondevila}

Ana de un día para otro va a vivir a una isla del Delta con sus padres. Allí los sorprende una crecida donde cae el rancho que compraron y pueden volver a construirlo gracias a la ayuda de los vecinos. Ana tendrá que ir a la escuela, insertarse en un ámbito que le es ajeno pero con el tiempo sentirá cercano. Conoce a Pedro, que vivió toda la vida en la isla, y motivados por el maestro van a investigar sobre los habitantes nativos del lugar: la comunidad Chaná.

Los muros que separan a Ana de los habitantes son de un espeso silencio que ella aprende a fisurar.

Una novela donde el paso del tiempo es casi un telón de fondo y le da dinamismo a la trama. Historia que explora cómo las decisiones de los adultos a veces no contemplan los deseos de los más jóvenes y de la adaptación de estos a la nueva vida.

El contexto geográfico del Delta, el Paraná, los Bajos de Temor, el Aguaje del Durazno son escenario para las leyendas, las historias de vida, principalmente la de Pedro que guarda un gran secreto, todo narrado desde el punto de vista de los chicos con pinceladas de humor y sarcasmo. El no pertenecer, el rechazo, el esfuerzo por adaptarse y el apropiarse de un lugar. Un hecho clave los marcará más allá de la aventura. Como montaña rusa para Ana que deberá readaptarse a una nueva decisión. También Ana despierta grafica la entrega que corre el riesgo de diluirse si se desanda el camino. Los grandes suelen rendirse más fácilmente.

Margot y la mosca

_{Alicia Barberis}

Margot es la abuela de Camila. Susana y Arturo, los padres. Arturo va anunciar un proyecto en Rincón del Sol que en breve se convertirá en La Perla de la Costa. Margot interrumpe la inauguración para protestar y manifestar que no está de acuerdo. De allí en más todo puede ocurrir. La que narra la historia en primera persona es una mosca (un Bubundí convertido en mosca por Argal el gran Maestre de la Galaxia Espiral). La mosca se comunica con Margot gracias a una moldavita verde y traslúcida que la mujer lleva colgada al cuello. Ambas corren riesgos de vida pero la mosca se tienta con los gustos extravagantes y lucha todo el tiempo contra el deseo, los olores y sabores. Por supuesto, detrás del proyecto que divide a la familia y al pueblo hay intereses ocultos y gracias al Bubundí ( y a Margot) se descubrirán pistas para resolver el caso.

Es una novela de ciencia ficción anclada en un contexto geográfico ficticio pero con insinuaciones reales que se hacen cada vez más serias a medida que transcurre la novela. Puede clasificarse como una novela ecológica. El extrañamiento en la narración, el peligro, el malentendido, la trampa y la misión de Margot nos alertan, nos divierten e intrigan y la mosca nos deja llenos de saberes gracias a la pluma de Barberis.

La banda del siglo

_{Sandra Siemens}

Ernesto –Ernestito- vive en Los Girasoles, con su mamá y su papá sin gato, sin perro, sin canario, al lado de la casa de la viejita Kara que ya no vive más allí desde que se atragantó con el huesito de pollo y los sobrinos se la llevaron a vivir a otro lado. Ernestito no sabe bien si la viejita es griega, rusa o turca. En esa casa, ahora, se refugia Pepe Orroj acusado de hacerse pasar por La Llorona. Pepe no puede ser La Llorona porque perdió la voz y lo acompaña Gertrux, una boa olvidada que se encariñó con él.

Ernestito, que de ahora en más se va a llamar Roberto cuando se transforma en detective, le lleva comida a escondidas a Pepe y empieza a investigar para encontrar la voz pero se encuentra con que una tenista famosa pierde un saque, la Mona Lisa la sonrisa, un atleta el aliento y siguen los robos.

Lo insólito y la duda envuelven esta desopilante historia donde el absurdo, el humor y el malentendido hacen crecer el misterio que hará desbaratar una banda que roba cosas a nivel mundial. Un policial con voz propia en clave de humor y disparate con mucha acción.