Las fantasías filosóficas de Margaret Cavendish
Por primera vez en español desde su publicación en 1653
Jueves 28 de enero de 2021
Amada y odiada en su tiempo, fue revisitada a lo largo del siglo XX por Virginia Woolf, Donna Haraway y Siri Hustvedt. Leé un extracto de sus ideas tomado de Fantasías filosóficas (Rara Avis), traducido por Camila Zito Lema.
Por Margaret Cavendish. Traducido por Camila Zito.
De las operaciones
Todas las cosas en el mundo tienen una potencia operativa. Esta operación es realizada por movimientos simpatéticos y movimientos antipatéticos en distintas figuras. Uno causa la operación de asistencia y otro la operación destructiva; como el veneno y la medicina, mientras uno mata, la otra cura.
Pero las operaciones son tan infinitas como los movimientos.
De la guerra natural o sensitiva
Toda guerra natural es causada, o bien por un movimiento simpatético, o bien por un movimiento antipatético. La guerra natural y la paz proceden de la autopreservación, que pertenece únicamente a la figura, porque nada es aniquilado en la naturaleza, salvo las impresiones particulares o las distintas complexiones que el movimiento realiza de la materia, movimiento que, en cada figura, se esfuerza por mantener lo que ha creado. Cuando algunas figuras destruyen a otras, lo hacen por su mantenimiento o por su seguridad, y cuando la destrucción es por el alimento, se trata de un movimiento simpatético que realiza un apetito particular, o nutrición de unas criaturas por otras. En cambio, es un movimiento antipatético el que realiza la destrucción.
De la aniquilación
En la naturaleza no puede haber aniquilación; ni de movimientos particulares ni de figuras, porque la materia, que fue la causa de esos movimientos y esas figuras permanece. En cuanto a las figuras particulares, aunque cada parte este separada en cuanto realiza tal figura, no es, sin embargo, aniquilada, porque las partes que la hicieron permanecen. Así pues, no es imposible que las mismas figuras particulares puedan ser erigidas por los mismos movimientos que unieron esas partes y que puedan, en la materia, repetir el mismo movimiento eternamente por sucesión. Y la misma materia puede erigirse en una figura y dispersarse eternamente. Así, la dispersión de la materia en figuras particulares por la alteración del movimiento es lo que llamamos muerte, mientras que a la reunión de las partes para crear una figura, la llamamos vida. La muerte es una separación, la vida una contracción.*
*Ya sea por crecimiento, sentido, o razón.