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No Ficción

Un segundo antes de la locura: publican los cuadernos del mítico bailarín Váslav Nijinsky

Con saltos de casi tres metros de altura y un estilo en extremo sensual, nacido en 1889, Váslav Nijinsky revolucionó la danza rusa: Rara Avis recupera los cuadernos de notas que escribió antes de ser internado en un psiquátrico. 



Por Váslav Nijinsky. Traducción de Fulvio Franchi


  

Desayuné bien, porque comí dos huevos pasados por agua y papas fritas con habas. Me gustan las habas, solo que estaban secas. No me gustan las habas secas, porque en ellas no hay vida. Suiza está enferma, porque ella está toda en montañas. En Suiza la gente es seca, porque en ella no hay vida. Tengo una mucama seca, porque ella siente. Ella piensa mucho, porque la secaron en otro lugar donde trabajó durante mucho tiempo. No me gusta Zúrich porque es una ciudad seca, en ella hay muchas fábricas, y entonces hay mucha gente de negocios. No me gustan los secos, y por eso no me gusta la gente de negocios. 

La mucama le sirvió el desayuno a mi esposa, a su prima (si no me equivoco, así se llama la pariente; es la hermana de mi esposa) y a Kira y a una hermana de la Cruz Roja. Ella lleva puestas cruces, pero no conoce su significado. Una cruz es lo que llevó Cristo. Cristo llevó una enorme cruz, y la hermana lleva una pequeña crucecita en una cintita que está pegada a la cofia, pero había corrido la cofia hacia atrás para mostrar el cabello. Las hermanas de la cruz piensan que así queda más lindo, y por eso conservaban esa costumbre que los médicos querían inculcarles. Las hermanas no obedecen a los médicos, porque hacen cosas que no comprenden. La hermana no comprende su propia importancia, porque, cuando la pequeña comía, quería apartarla del alimento, pensando que la pequeña quería comer algo dulce. Yo le dije: “Recibirá lo dulce cuando haya comido lo que hay en el plato”. La pequeña no se enojó, porque sabe que la amo, pero la hermana sintió otra cosa. Ella pensaba que yo la había corregido. Ella no se corrige, porque le gusta comer carne. Muchas veces dije que la carne es mala. No me entienden. Piensan que la carne es algo necesario. Quieren mucha carne. Después del desayuno se ríen. Yo, después de la comida, estoy aburrido, porque siento mi estómago. Ellas no sienten el estómago, pero sienten el juego de la sangre. Después de la comida, ellas están excitadas. La niña también está excitada. La acuestan en la cama, pensando que es un ser débil. La niña es fuerte y no necesita ayuda. Yo no puedo escribir, mi esposa me molesta. Ella está todo el tiempo pensando en mis cosas. Yo no me preocupo. Ella tiene miedo de que yo no esté preparado. Yo estoy preparado, solo que mi estómago todavía está trabajando. Yo no quiero bailar con el estómago lleno, y por eso no bailaré mientras tenga el estómago lleno. Bailaré cuando todo se tranquilice y cuando haya vaciado por completo los intestinos. No les tengo miedo a las burlas, por eso escribo abiertamente. Quiero bailar porque siento, y no porque me estén esperando. No me gusta que me estén esperando, por eso iré a vestirme. Me vestiré con un traje ciudadano, porque el público será ciudadano. No quiero discutir, y por eso cumpliré con todo lo que me ordenen. Ahora subiré a mi camarín, porque allí tengo muchos vestidos y ropa blanca cara. Iré y me vestiré con ropas caras, para que todos piensen que soy rico. No dejaré a la gente esperándome, por eso ya mismo subiré. 


Yo no deseo el mal. Yo deseo el amor. Me toman por un hombre malo. Yo no soy un hombre malo. Yo amo a todos. He escrito la verdad. He dicho la verdad. No me gusta la mentira. Deseo el bien, y no el mal. No soy un espantapájaros. Soy amor. Me toman por un espantapájaros, porque una vez usé una cruz que me gustaba. La usé para mostrarle a la gente que mi fe es católica. La gente entendió que estaba loco. Yo no estaba loco. Usé la cruz para que la gente me prestase atención. A la gente le gustan las personas tranquilas. Yo no soy una persona tranquila. Yo amo la vida. Yo quiero la vida. No amo la muerte. Deseo el amor hacia la gente. Quiero que me crean. He dicho la verdad acerca de Tessa, Diáguilev, Lloyd George y de mí mismo. Yo soy un hombre malo porque deseo el bien. No quiero guerras, y por eso quiero hacer que la gente me entienda. No quiero asesinatos. Le dije a mi esposa que le dispararía a quien tocase mis cuadernos. Lloraría si le disparase. No soy un asesino. Amo a la gente. Sé que no todos me aman. Piensan que estoy enfermo. Yo no estoy enfermo. Soy una persona con raciocinio. La mucama llegó y se quedó a mi lado, pensando que estoy enfermo. No estoy enfermo. Soy una persona sana. Temo por mí mismo, porque sé lo que Dios quiere. Dios quiere que mi esposa me abandone. Yo no quiero eso, porque la amo. Voy a rezar para que ella esté conmigo. Yo no sé qué están hablando por teléfono. Pienso que quieren meterme en la cárcel. Viviré en la cárcel. Le expliqué a mi esposa lo del revólver. Ella no me teme más, pero tiene un sentimiento malo. Ella piensa que soy un bandido. Yo hablé bruscamente para hacerla llorar, porque me gustan las lágrimas. No me gustan las lágrimas provocadas por la pena, por eso iré a besarla. No la quiero besar para que piense que quiero mostrarle amor. Yo la amo sin demostraciones. Yo la quiero. Quiero su amor. Tessa sintió que yo la amaba, y se quedará con nosotros. Ella no se marcha. Llamó por teléfono para que vendan su pasaje. No lo sé con seguridad, pero lo siento. Mi hija canta: ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! No comprendo el significado de eso, pero siento su sentido. Ella quiere decir que todos los ¡Ah! ¡Ah! no son terror, sino alegría.     

   

Mi esposa no duerme y yo tampoco. Ella piensa, y yo siento. Tengo miedo por ella. No sé qué decirle mañana. No voy a hablar con nadie. Mañana dormiré. Quiero escribir, pero no puedo. Pienso. No siento, pero sé que Dios lo quiere. No puedo escribir por el frío. Los dedos se me entumecen. Quiero decir que ella no me ama. Estoy triste. Me resulta difícil. Sé que la gente se acostumbra a la tristeza, y yo me acostumbraré. Tengo miedo de acostumbrarme a la tristeza porque sé que es la muerte. Iré a pedir perdón porque no quiero la muerte. Le pediré perdón, pero ella no me comprenderá porque pensará que estoy equivocado. No temo estar equivocado, pero tengo miedo de que ella muera. Su razón se enfría. Me estoy congelando. No puedo escribir. Tengo los dedos entumecidos. No puedo escribir. Siento pena por ella y por mí. Lloro. Estoy frío. No siento. Estoy muriendo. No soy Dios. Soy una fiera…

   

Quiero dormir, pero Dios no lo ordena. Garrapateé una hoja de papel porque me sentía una fiera. No me gustan las hojas. Soy un predador. Soy un hombre malo. No soy Dios, soy una fiera. Siento lástima de mí y de la gente parecida a mí. No soy un ser humano, sino una fiera. Yo sé que dirán que soy malo, porque escribo cosas malas. Soy malo, soy malo y soy una fiera carnívora. Tengo garras afiladas. Mañana voy a garrapatear. Me siento malo. No deseo el mal, pero me desean el mal. No quiero sentir lástima de la gente que me desea el mal. No deseo el mal, pero me desean el mal. No puedo escribir bellamente, porque soy malo. No escribo tranquilo. Tengo mano nerviosa. Soy nervioso. Soy malo y nervioso. No puedo estar tranquilo. No quiero estar tranquilo. Voy a enojarme. Soy un canalla. Soy el más malo del mundo. Yo sé enojarme. Me enojé con ella, por eso ella se marchó de mi lado. No puedo escribir, porque estoy enojado. Me enojo, pero no como se enojan los otros. Me enojo con Dios. Mañana no saldré a pasear. Me quedaré en casa. Beberé vino y cerveza. Comeré carne. Voy a reírme. Seré tonto. No quiero escribir bellamente, porque quiero que me lean como yo quiero. No puedo escribir más. 

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